Poemas...

ESPEJOS DE AGUA

Cada vez que yo me asomo
al río que llevo dentro,
miro un rostro distinto
en sus espejos de agua.
El reflejo de mi ondulante imagen
se mueve a impulsos del viento
que cambia mi estampa a su antojo
con suave alegría o enojo.

Cualquier leve movimiento
que sobre mi frente siento
distorsiona la transparente faz que miro,
una hoja que suave cae
tan frágil como un suspiro
estrella mi cara acuosa
que en círculos se diluye
y se me vuelve difusa.

La luz que también me cambia,
brilla en mi rostro encendido
maquillado por el sol
y a veces lo opacan las sombras
que desparramadas caen
y flotan en la penumbra.

Movimiento, luz y viento
hacen mi cara distinta,
a cada instante y a tal punto
que no la puedo describir.



DETENIDA EN EL TIEMPO

Detenida en el tiempo…
flotando, apenas respirando,
sosteniendo la vida con los dientes,
conteniendo las incógnitas,
recogiendo mis pedazos,
armándome de nuevo,
reciclo mi vida.
Hilachos desgarrados de nubes
pegajosas me circundan,
dolores de partimiento
sin saber lo que seré,
tiempos de crecimiento
en movimiento trepidatorio,
marcan mi tiempo del cambio.
Aprenderé a contemplar el fuego
a la distancia y pediré a los huracanes
no se acercarse demasiado,
no por ahora, necesito del tiempo
y tu consejo para encaminar de nuevo
mis inseguros pasos.


COMO CUESTA

Como cuesta dejar correr el rio
sin empujar el agua,
como cuesta pausar la danza
pensando que la música se acaba,
como cuesta sacar las manos
y dejar hacer a las Tuyas.
Si mi necio yo no se interpusiera
creyendo que él tiene la razón,
si me librara de mis apegos ciegos,
si me dejara flotar como un loto sobre el lago,
si hiciera a un lado mis condicionamientos
me volvería libre, y seria gaviota…
y el sufrimiento solo sería la pista
de algún olvidado asimiento amenazado.
Pero crezco a cada momento,
y de a poco, de a muy poco,
voy regresando al Ser de Luz
del que me desgajé un día.
Necesito los tiempos premeditados,
y la honradez sanadora
para despojarme, aún adolorida,
de aquel falso ropaje con que mi yo
se vistió, quien sabe qué día.


CAMINO

Ha sido largo…
y con destino olvidado
en mi conciencia.
Sin ser cardinal, camino y camino
por hoy…, hacia adelante.
Me he enterado de la graciosa
des- importancia de un fin….,
de un supuesto objetivo,
de una siempre propuesta meta
que elegida, olvidada se esconde
al final de mi tiempo… y
en la oscuridad de mi fiel
e insistente ignorancia.

Caminé y desanduve,
subí y bajé, erré sesgado y torcido
por lo sinuoso y lo plano,
hoy, respiro hondo
y sigo… hacia adelante.
No me pasma el descontado tropiezo
ni me asusta tanto el dolor
como el sufrimiento,
solo sé que llegaré…
con la gravitante seguridad
y la acuosa alegría….
que tienen los ríos
de llegar hasta su mar.


MI NAVE

La gran ola que azotó mi vida
Me encontró navegando en una hoja desplegada sobre el mar,
Mansos eran los vientos y la sal embriagaba mis sentidos
La brisa me susurraba melodías de sirenas lejanas
Que nublaban mi percepción de cualquier peligro.
Me dejé llevar por las corrientes marinas
Hasta el lugar donde se vierte el sol,
Con cielos de rojos melancólicos por la ausencia de su rey,
Nada empañaba mi visión, todo era paz y quietud.
Subía por las crestas de las ondas
Y descendía veloz por sus suaves cuestas,
Sonrisa y júbilo eran los compañeros
De mi inocente navegar…
Sin acordarme siquiera que mi nave
Era sólo una hoja sobre el mar.